Érase una vez, las redes sociales, un mundo lleno de magia y color donde;
Nadie es lo que dice ser. La hipocresía es una moda y se rinde culto a la envidia. La mentira se viste de gala y la verdad con trapos usados. Un puñado de likes son más deseados que la falta de hambre en el tercer mundo. Violan tu privacidad, y además, te pone cachon@ que lo hagan. La fama virtual es un breve orgasmo del ego. Negocian en el mercado negro con tus valores. Se premia la nada como oficio y la idiotez y el exhibicionismo como modo de vida.
Un mundo irreal donde, (sí, lo entiendo) puedes desinhibirte de tu mierda de vida. Pero así, idiotizado y embelesado por la engañosa melodía de su flauta mágica no cambiarás nada. Una pequeña dosis de realidad, conciencia y de cojones es lo que hace falta.
«Fluid y compartid, fluidos»
@by Héctor GT