Conversación entre un dios y un alma impaciente…
– Llevo mucho tiempo reflexionando y… creo que ya es hora, ¡estoy preparado!
– ¿Para qué?
– Para la vida en la tierra y reencarnarme como humano, ¿para qué si no?
– ¡Bobadas! Eres de las almas más puras que ha pasado por aquí. Cuando veas como tus compañeras, reencarnadas en seres humanos, se han corrompido; cuando veas como actúan y se comportan, no lo soportarás y querrás volver decepcionado o, en el peor de los casos, acabarás suicidándote. Y ya sabes que volver de esa manera conlleva una severa penalización.
– Pero…
– ¡Lo siento! No me arriesgaré contigo.
– ¿Entonces?
– ¡Paciencia! las almas reencarnadas en seres humanos se vuelven tan estúpidas, ignorantes e irresponsables que, tarde o temprano, provocarán su propia extinción.
– ¿De cuántos milenios o siglos estamos hablando?
– ¿A este ritmo? Tan solo algunas décadas. En tal caso, podrás reencarnarte en la especie que elija para ocupar su lugar y evolucionar, esta vez sí, de manera consciente.